Debido a los fenómenos mecácicos que se producen durante el ciclo cardíaco, se generan sonidos (en total vamos a tratar cuatro sonidos). Esos sonidos podemos percibirlos de dos formas:
- A través de fonendoscopio.
- A través de fonocardiógrafo.
El origen está en los fenómenos mecánicos de apertura y cierre de las válvulas cardíacas y las turbulencias producidas por los flujos de sangre circulante.
Si empleamos un fonendoscopio podemos percibir dos ruidos:
1.- Primer ruido: localizado al inicio de la sístole ventricular. Es el más fuerte y prolongado. Causado por:
A. El cierre de las válvulas auriculoventriculares.
B. La desaceleración brusca del flujo sanguíneo causada por el cierre de las válvulas que origina una vibración que se transmite a la pared torácica.
Sí queremos escuchar bien este ruido lo haremos mejor situándo el fonendoscopio en los focos tricúspide y mitral.
2.- Segundo ruido: viene después de la sístole ventricular. Se escuche de una forma más nítida en los focos pulmonar y aórtico. Este ruido es provocado por:
A. El flujo retrógrado de la sangre desde las arterias hacia el ventrículo causado por la disminución, durante la diástole, de la presión ventricular.
B. El cierre de las válvulas sigmoides: aórtica y pulmonar.
Para percibir los otros dos ruidos precisamos de fonocardiograma. Son:
3.- Tercer ruido: lo detectamos durante la diástole y es originado por la turbulencia de sangre que se produce entre la fase de llenado rápido y la lenta.
4.- Cuarto ruido: localizado justo antes del primer ruido. Ocasionado por la contracción auricular.
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